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10 oct 2017

Frente a la unilateralidad, reciprocidad

Cuenten ustedes esta entrada, dos años después de la anterior en este blog al que le habían salido ya telarañas, como una más de las múltiples, variadas, heterogéneas e inesperadas consecuencias de lo del Referéndum Catalán (no sabía si ponerlo en mayúsculas, pero le da como mayor entidad, ¿no?).

Bueno, el caso es que quería aportar mi granito de arena al debate. He de reconocer que soy muy poco amigo de los nacionalismos, siempre basados en algún tipo de supremacía (moral, racial, económica, cultural o una combinación de las anteriores) y en la discriminación y acoso al discrepante.

Pero tampoco me apetece mucho entrar en esa cuestión ahora. No, yo lo que venía hoy a proponer (pedir, quizás) es que se abandonara eso de la unilateralidad (RAE: "Que atañe o se circunscribe solamente a una parte o a un aspecto de algo") y se buscara una aproximación más enfocada a la reciprocidad ("Acción o sentimiento que se recibe en la misma medida en que se da"). Vayamos a los ejemplos.
  • Si hay algo que ha quedado claro del ideario independentista es que consideran que una minoría, cuando es suficientemente mayoritaria en una región (dicho de otra manera, cuando está suficientemente concentrada), está legitimada para decidir sobre su futuro - e inventarse su pasado, aunque ese es otro tema -. Esto vendría a ser un derecho fundamental y universal de los pueblos, sobre todo cuando esa minoria mayoritaria cuenta con algún tipo de representación institucional (evidentemente mayoritaria) en su región. Así pues, aplicando la reciprocidad, considero que este derecho debe aplicarse inmediatamente a los resultados del referendum sobre cada una de las poblaciones que han participado, y además debe reconocerse en la futura constitución catalana.
  • Evidentemente, y al margen de lo anterior, entiendo que el nuevo estado de la futura república catalana reconocerá el derecho de estas "mini-mayorías" de saltarse el marco legal y la constitución si algún otro derecho que reclamen, como el de no pagar sus impuestos, no lo reconocen legalmente, dado que el simple hecho de tener una representanción legítima y mayoritaria del pueblo les debería reconocer cualquier derecho.
Si esto que propongo, que no es más que extender los derechos que ellos mismos se han arrogado, no se le ve mucho sentido, o simplemente no es viable, sugiero de nuevo que apliquen la "reciprocidad" para entender un poco el problema planteado desde el otro lado.

Por otro lado, yo como miembro de la cuidadanía de esa ficción que llaman "Països Catalans", y dado que ya han reconocido -como buenos nacionalistas- su intención de anexionarnos en un futuro, solicito de nuevo la aplicación de la reciprocidad, y que hagan la consulta de independencia directamente a todos los "Països Catalans", a ver qué sale.

En fin, no sé cómo se va a salir de esta, pero creo que en Cataluña se han equivocado mucho en las formas, y más aún en el fondo. Una Cataluña independiente es viable, por supuesto que sí, pero mucho menos que una Cataluña sin la lacra del nacionalismo, que no ha traído nada bueno a ningún país en el pasado.

Ya sé que me estoy extendiendo demasiado, pero una vez leído hasta aquí, permítanme una propuesta de "Hoja de Ruta":
  1. Se celebra un referendum a nivel nacional con la pregunta: "¿Quiere que el gobierno nacional y autonómico negocie la creación de un estado independiente en Cataluña?". Las opciones serían "SÍ"/"NO"/"RESPETO LA DECISIÓN DE LOS CIUDADANOS CATALANES" (Esto último les reconocería su derecho a decidir)
  2. Con lo que salga, además de conocer lo que se opina a nivel autonómico y nacional, se pueden poner a negociar. NOTA: Que quede claro que el referéndum no reconoce - aún - el estado catalán.
  3. Una vez negociadas las condiciones que requerirían seguro de mediador (como español tengo bastante claro que podría incluir el apoyo futuro a la entrada en la Unión pero no su pertenencia implícita), se hace un segundo referendum vinculante, consultando a nivel nacional si se aceptan o no esas condiciones. El principal objetivo de este doble referendum es evitar un lío como el del Brexit. Es imprescindible que la decisión final se haga conociendo las consecuencias.
Bueno, gracias por leer. Esto ha sido más una catarsis que algo realmente útil, pero lo reconozco: necesitaba escribirlo. Y como tampoco se pasa casi nadie por aquí.... ;)

1 comentario:

  1. Buenos días. Lo de los Països catalans es una meada fuera del tiesto como lo del ADN de Junqueras, el corralito de la CUP o lo del mestizaje de Pujol (de esto hace más tiempo, sí). Dicho esto, está claro que España es un país con una gran diversidad y creo que varias comunidades autónomas (que fueron otra metedura de pezuña) tienen un sentimiento muy elevado de nación. Este es un problema al que debería haber prestado atención el Estado español desde hace mucho tiempo. Lo que no se puede aguantar es que la situación llegue hasta este extremo, en pleno siglo XXI, que estamos haciendo la risa en todo el mundo. El problema y la culpa es tanto del Gobierno español como de la Generalitat. Por otro lado, si dice el Gobierno que el referéndum no es válido, ¿para qué envías a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a reventar cráneos contra el pueblo? Esta es otra meada fuera del tiesto que, además, proyecta una imagen nauseabunda y cavernícola de España en el exterior. Después del referendumdazo bananero, sale Felipe VI (porque es tan genial esta democracia que, por derecho de sangre, un energúmeno ya es superior a todos los ciudadanos) y lo acaba de arreglar. En lugar de mediar, que es su función (si es que tiene función alguna), se dirige solo a una parte muy concreta de los españoles (el Gobierno Central del PP, más exactamente), obvia la violencia policial y las víctimas de ella y no propone ninguna solución. Hoy, la situación actual es de traca. El flamante presidente del gobierno preguntando "¿cómo dice?" a Puigdemont y este, enrocado, que no sabe qué responder porque ve que, cuando habla no se le entiende. Lo que hizo Puigdemont está muy claro. Declaró la Independencia y la suspendió para sentarse a dialogar. Creo que es suficientemente claro. No sé cómo Rajoy pregunta "¿Qué?". Bueno, mejor dicho, sí que lo sé. Es mucho y muy... (me lo callo) En fin, que mientras Europa y el Mundo en general se parte la caja con España, convendría, efectivamente y por las dos partes, optar por una posición recíproca y desde una empatía mínima, al menos. Creo que es necesario reformar la Constitución (porque la Constitución contempla ser reformaday lo admite perfectamente) y valorar la posibilidad del estado federal. Perdona el comentario tan extenso pero es que el temita esta caliente. Un saludo de un aragonés que, por supuesto, no pertenece a los països catalans, por si quedaba alguna duda.

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