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18 nov 2009

Mis lecturas: Mal de escuela, de Daniel Pennac

Leido podríamos decir que por imperativo académico solidario, este libro se considera hoy día un libro que todo pedagogo, maestro y gente de la rama debe tener en la mesita de noche como lectura de referencia.

Yo lo he leido y no es para tanto, o a mi no me lo parece. Reconozco que el autor tiene una prosa muy ágil y directa, lo que hace la lectura muy dinámica e incluso entretenida. Además muchas de las cosas narradas se sienten muy próximas, algo también mérito del autor.

En este libro el autor pretende contar las dificultades del zoquete, como él mismo se describe a partir de su traumática experiencia escolar. Nos cuenta sus vivencias cuando no se enteraba de nada en clase y cómo con la ayuda de determinados profesores consiguió creer en él hasta convertirse él mismo en un profesor de lengua y posteriormente en escritor [y creo que bueno: insisto sin coñas en que me ha gustado mucho cómo escribe, trataré de leer alguna de sus novelas de ficción].

A lo largo del libro nos cuenta también cómo afrontó también como profesor al alumno zoquete y algunas de las técnicas que le funcionaron en su momento. También nos cuenta las técnicas de algunos otros profesores que ha conocido y que le han impresionado.

Básicamente, Daniel Pennac nos cuenta lo siguiente:
  • Por muy negado, cerrado, pasota o desinteresado que sea el alumno en cuestión, siempre hay una manera de llegar hasta él. Evidentemente lo primero es despertar su interés, involucrarlo y conseguir que participe. Luego ya llegará la parte en la que le empiezas a enseñar.
  • Lo más importante es que el propio profesor crea tanto en las capacidades del alumno como en las posibilidades suyas como docente. Además es imprescindible que el profesor se entregue a la clase, de lo contrario no recibirá jamás esa entrega de manera recíproca, y mucho menos de los alumnos zoquete.
  • Pueden haber muchas causas para que el alumno zoquete tenga tan poco nivel, tan mala actitud, tal falta de respeto. Seguro que hay muchos entre los que repartir la culpa. No importa. Si quieres conseguirlo, hay que buscar soluciones, no culpables. Conocer las causas puede ayudar, pero no es el objetivo principal.
  • No hay solución milagro, no existe la poción mágica que convierte a cualquier alumno zoquete en un alumno aplicado. Cada alumno es uno, individual, único. Por supuesto que hay técnicas, pero debes personalizarlas y nada te garantiza que te funcionen siempre.
El libro es un libro muy positivo, muy optimista. Yo le encuentro unas cuantas pegas:
  • Parte de la base de que el alumno siempre quiere, que es sólo que no puede. Me gustaría creerlo, y seguramente puede ser acertado en un segmento de edad, pero no creo que sea siempre así.
  • Se asume que si el profesor lo consigue ya está todo hecho, como si todo fuera eso. Me parece un error.
  • Es un libro demasiado gramático. Muy a menudo nos suelta el autor parrafadas sobre adverbios, preposiciones, pronombres y otros elementos que a mi no me aportan nada y me han resultado muy cargantes.
  • Resaltar negativamente un par de capítulos: uno en el que se inventa sin pudor unas 7estadísticas de violencia escolar para justificar su postura (que no digo que no tenga razón, pero poco le costaba buscar algún dato en vez de un supongamos que 3 de cada 100(..). De ésos, supongamos que 1 de cada 10 (..) Entonces se ve claro que (..) Otro pasaje es respecto al coste de la ropa que lleva el alumno medio... le sale (a ojo) que sumando zapatillas, pantalones, sueter, el walkman y la mochila suman 880 €!!! Yo no visto ropa que vale eso ni para una boda.
La valoración global no puede ser negativa porque como he dicho es ágil y fácil de leer, además de tener fragmentos francamente entretenidos, pero no lo voy a recomendar. Para mí le falta algo, no sé qué, pero me ha dejado frío.

Un aviso adicional: si alguien busca técnicas, métodos y procedimientos concretos que le ayuden con ese alumno problemático, éste no es su libro. Aquí no se profundiza en las técnicas empleadas, se nombran de pasada, superficialmente [Menos mal, si no habría sido un tostón].

4 comentarios:

  1. Esto de alumnos y profesores y si quieren o no... mejor lo discutimos con una cerveza que si empiezo no me da el comentario.
    Hoy empiezo ¡¡¡La Mecánica del Corazón!!!

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  2. Anda mira, JLin...

    Pues había oído hablar de este libro, natsnoC, pero ya lo tengo mucho más claro con respecto a él. Me ha gustado esta entrada, explicas muy bien los pros y los contras.

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    Respuestas
    1. Gracias, Clementine. Es un buen libro y se lee muy rápido. Pero no es ese libro de referencia imprescindible que afirman algunos. Claro que yo ni soy docente ni psicólogo.

      Si te interesa otra versión, en su día A-B-C lo ensalzó mucho (aunque veo que ya te pasaste). Esa postura es más habitual que la mía, pero así soy yo :).

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    2. nats, los pupitreros NUNCA deben dejar de ser como son porque, entre otras cosas, pueden dejar de gustarme a mí :)

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